Los
estudiantes de postgrado de la Facultad de Medicina, Claudio Acuña
y Christian Gómez, obtuvieron el premio Gener, que les otorga
500 mil pesos a cada uno para facilitar el desarrollo de sus tesis doctorales
relacionadas con la tercera edad.
El Programa Interdisciplinario de Estudios Gerontológicos (PRIEG)
de la Universidad de Chile, dirigido por el doctor Fernando Lolas, con
el apoyo de la empresa privada ha repartido en cuatro oportunidades
fondos similares para alumnos del plantel, cuyas tesis o memorias estuvieron
centradas en la vejez.
El vicerrector académico, profesor Mario Sapag, comentó
durante la ceremonia de premiación llevada a cabo el 19 de abril
en Diagonal Paraguay, su reconocimiento a los ejecutivos de Gener, que
han sabido incentivar a los jóvenes para que consideren a los
adultos mayores como una de sus prioridades laborales.
"Destacamos a este mecenas moderno que estimula la investigación
en la Universidad de Chile, gestos como este son necesarios en el país
y específicamente en nuestra corporación, que ha ido envejeciendo
con el paso de los años. Esperamos que la energía juvenil
de los nuevos profesionales tenga un efecto multiplicador en toda la
sociedad", dijo.
Este es el último año que Gener brinda su apoyo económico
al PRIEG. Las nuevas políticas de la empresa así lo han
dispuesto, sin embargo, el programa está empeñado en buscar
financiamiento en otros organismos para mantener vigente esta iniciativa.
Los ganadores, que por una coincidencia tienen al mismo tutor, el doctor
Felipe Sierra del Programa de Biología Celular y Molecular del
Instituto de Ciencias Biomédicas, se mostraron muy satisfechos
por el estímulo y agradecieron la confianza y el apoyo ofrecidos
tanto por Gener como por el PRIEG.
Las investigaciones
En el siguiente texto los estudiantes de postgrado nos relatan las características
de sus investigaciones:
"El sistema inmune posee dos formas complementarias para deshacerse
de agentes invasores. Una es innata e involucra una serie de barreras
físicas y celulares que posee el organismo. Entre los obstáculos
físicos se incluyen la piel y la mucosa, y entre los celulares,
los macrófagos y las células asesinas naturales, con las
que nacemos. Ellas están capacitadas para reconocer a los patógenos
en forma inespecífica, sin generar memoria inmunológica".
"La otra forma de inmunidad es la adquirida, que requiere del reconocimiento
del agente para eliminarlo. Esta última depende de la experiencia
de cada individuo y se caracteriza por la presencia de anticuerpos y
linfocitos con especificidad de reconocimiento. El engranaje de la inmunidad
innata y adquirida son la estrategia evolutiva por la cual nosotros
y varias especies superiores, somos capaces de enfrentar los desafíos
del medio ambiente, tales como, procesos infecciosos bacterianos o virales".
"En el Laboratorio de Biología Molecular del Envejecimiento
del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de
Medicina de nuestra universidad, estamos tratando de dilucidar algunos
de los mecanismos moleculares que determinan el proceso del envejecimiento.
En este contexto hemos enfocado nuestros esfuerzos al desarrollo de
dos proyectos de tesis doctorales a fin de explicar las alteraciones
en la respuesta inmunológica de los ancianos".
"El primero contempla estudiar una manifestación de la respuesta
inmune innata: la respuesta inflamatoria hepática de fase aguda.
Ésta nos permite combatir procesos infecciosos, traumas y situaciones
de estrés, y requiere que células especializadas en atrapar
y digerir agentes patógenos, los macrófagos, sean reclutadas
al sitio donde estos se encuentran. El reclutamiento de macrófagos
necesita, además, de una serie de factores solubles entre los
que se incluye la proteína inflamatoria de macrófagos-1
alfa (MIP-1a), que produce la migración de estas células.
Al respecto, hemos observado que al inyectar ratas de laboratorio con
lipopolisacárido (LPS), un potente inductor de inflamación
sistémica, las ratas senescentes presentan menores niveles de
inducción hepática de los ARN mensajeros de MIP-1a. Pensamos
que esta disminución podría contribuir a la alteración
de la respuesta de fase aguda observada en los animales senescentes
y ser responsable, en parte, de la alta suceptibilidad a infecciones
analizada en este grupo etáreo".
"El segundo proyecto aborda la disminución de la respuesta
inmune adaptativa de los individuos senescentes, conocida como inmunosenescencia.
En este grupo etáreo se ha observado que los linfocitos T presentan
una baja en la capacidad proliferativa, lo que conlleva una respuesta
defectuosa contra los patógenos desconocidos. Para tratar de
entender los mecanismos que conducen a la reducción de la capacidad
proliferativa en los linfocitos T de individuos senescentes, se estudiará
si el cininógeno T (T-KG), una proteína marcadora de envejecimiento
en ratas, con capacidad para disminuir in vitro la proliferación
de algunos tipos celulares, afecta la producción de los linfocitos
y algunos parámetros de funcionalidad de la respuesta inmune
adaptativa".
"Aunque nuestro modelo de estudio es la rata envejecida, esperamos
que los resultados obtenidos en nuestra investigación sean el
primer paso de futuros trabajos que puedan ser extrapolados a humanos.
Así se dará paso al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas
y farmacológicas, que permitan mejorar la calidad de vida de
los ancianos. Creemos que estas investigaciones cobrarán especial
relevancia debido a que nuestro país tiende al envejecimiento
poblacional y que los problemas asociados a la senectud serán
una dura realidad para la salud pública en un futuro no muy lejano".
"Expresamos nuestra gratitud al Programa Interdisciplinario de
Estudios Gerontológicos y a GENER por incentivar el debate y
la investigación de los problemas asociados al adulto mayor.
En forma muy especial deseamos agradecer a la Dra. Robin Walter y al
Dr. Felipe Sierra, quienes nos han permitido desarrollar nuestras ideas
en sus respectivas líneas de investigación" .