EL CAMBIO DEMOGRÁFICO EN CHILE
     


Hablamos de "población envejecida" cuando se ha alterado la composición por edades, y se registra un aumento sostenido del número de personas ubicadas en el tramo de 60 y más años. CEPAL señala que en el año 1995 los mayores de 60 en América Latina y El Caribe eran unos 36 millones, cifra que estiman se duplicará desde entonces al 2025. Lo que está ocurriendo es un movimiento hacia una "transición demográfica", entendiendo por tal un evento de larga duración que se desarrolla entre dos extremos: el primero se acompaña de altas tasas de natalidad y de mortalidad, lo que se traduce en bajo crecimiento demográfico. En el otro margen encontramos que las tasas de natalidad y de mortalidad han disminuido, pero el crecimiento demográfico sigue manteniéndose bajo. Lo que ha ocurrido entre ambos puntos, es que primero se registró un descenso de la mortalidad manteniéndose altas tasas de natalidad, lo que determinó crecimiento de la población. Sin embargo, después la población no aumentó o creció muy poco, porque bajó la natalidad, pero también siguió descendiendo la mortalidad. Si comparamos Chile con Latinoamérica, podemos señalar que según la forma en que se combinan las tasas de natalidad con las de mortalidad, es posible elaborar cuatro escenarios demográficos:

ESCENARIO CRECIMIENTO PAISES
Transición incipiente 2.5% anual Bolivia, Haití
Transición moderada Cercano al 3% Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay
En Plena Transición Moderado, cercano al 2% Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, R. Dominicana, Venezuela
Transición Avanzada Bajo el 1% Argentina, Chile, Cuba, Uruguay

El Chile de los '90s y de las primeras décadas del siglo XXI, se inserta en el cuarto escenario de esta propuesta, "transición demográfica en etapa avanzada" hacia el envejecimiento de su población.

Entre 1960 y 1997, la tasa de crecimiento chilena se redujo en 43% , lo que indica descenso de la mortalidad y en especial, de la natalidad, hechos ambos que alteraron la composición y el volumen de personas por edades de la población. MIDEPLAN sostiene que de acuerdo a las proyecciones y estimaciones de población basadas en el Censo de 1992, la tasa de crecimiento proyectada para 1995-2000 es de 1.4 por cien personas al año, con tasa de mortalidad general de 5.6 por mil y fecundidad estimada en 2.4 hijos por mujer en promedio. La población chilena observa un leve predominio de mujeres, representando ellas el 51% del total. La distribución por grupos de edad da cuenta del proceso gradual de envejecimiento. En el Censo de 1982 el 32% de la población era menor de 15 años, cifra que en 1992 bajó al 30, y que permite proyectar solamente un 23% para el año 2020. Por su parte los mayores de 65 que en 1982 eran el 5.8%, aumentaron al 6.1% el '92, en el 2000 son el 10% y se espera que continúen su incremento en los años venideros, tal como podemos apreciar en la tabla a continuación.

Grupo   Distribución porcentual
de   Censo Censo Proyección
edad 1970 1982 1992 2000 2010 2020 2030
Total 100 100 100 100 100 100 100
0 -14 39 32 29 29 25 23 21
15 - 64 56 62 64 64 66 66 64
65 y más 5 6 7 7 9 11 15
Fuente: INE, Censo de Población. INE - CELADE, Chile, Estimaciones y Proyecciones

Durante la segunda mitad del siglo XX Chile alcanzó bajos niveles de fecundidad asociados a también baja mortalidad. En el caso chileno, la fecundidad es el agente de mayor peso en la composición de la población. Desde 1955 hasta 1962, la fecundidad de las chilenas era un poco superior a 5 hijos por mujer, ocurriendo el descenso más importante entre 1963 y 1980, de tal forma que en el año 1994 el promedio de hijos por mujer era de 2.6, valor relativamente estable desde hacía una década. Respecto a la mortalidad, se advierte su disminución desde hace más de 60 años. En el quinquenio 1970-75 la expectativa de vida era de 64 años para ambos sexos, en 1980-85 ascendió a 71 años, con diferencias a favor de las mujeres, mientras que en 1995-2000 es de poco más de 75 años, siendo 72 para los hombres y 78 para las mujeres. Uno de los aspectos más relevantes que ha contribuido a bajar la mortalidad general ha sido el descenso de la mortalidad infantil. Los procesos migratorios, que son el tercer componente de la estructura poblacional, no tienen relevancia en el caso chileno.

Las estadísticas mencionadas nos señalan que el principal agente causal de este fenómeno ha sido el cambio del patrón reproductivo de la mujer a partir de la segunda mitad del siglo pasado, manifestación que debe ser interpretada como una tendencia generalizada en el contexto de la cultura occidental. A lo largo de la historia, cuando los países se vieron involucrados en guerras internas y/o externas, las mujeres asumieron gran parte de las tareas productivas que realizaban los hombres, pero a medida que el siglo XX avanzó, ellas se interesaron cada vez menos por volver a sus esferas habituales. Por una parte, las condiciones de precariedad económica de la post guerra las incentivaron a buscar trabajos remunerados para ayudar a sus familias, mientras por la otra, cobraban fuerza las demandas por la incorporación femenina a la vida política, especialmente aquellas centradas en obtener el derecho a sufragio para continuar con reconocimiento laboral igualitario, y últimamente con exigencias asociadas al concepto de género. En Chile, la masificación del uso de anticonceptivos orales e intra-uterinos de finales de los '60s, provista ampliamente a través de los servicios de salud del estado, hizo realidad que la mujer pudiera optar con éxito a limitar su familia. Esta fue una innovación sin precedentes, por cuanto esta política de estado permitió a las mujeres construir proyectos culturales propios, a través de su incorporación al mundo laboral y del desarrollo de áreas de intereses distintos al ámbito familiar, más ajustados a su crecimiento personal.

Al respecto, son del mayor interés las consideraciones de MIDEPLAN , que señalan como problema relevante al envejecimiento, pero también otorgan relevancia a otra consecuencia adicional derivada de este cambio demográfico: el aumento de los embarazos en adolescentes, tema que naturalmente excede a este análisis, pero que debe ser profundizado en otros. Tomando como base la estructura de la población por edades, MIDEPLAN ha elaborado indicadores que reflejan el impacto de esta transformación para la sociedad:

· Indice de dependencia: Permite aproximarse a cuantificar la carga económica que soportaría la población potencialmente activa. Mientras mayor sea la fecundidad, esta carga es más alta. Los "dependientes" son los menores de 15 y mayores de 65. Se establece la relación frente a las personas en edad activa, que son las mayores de 15 y menores de 65, por cada cien habitantes. Chile aparece en la tabla con un valor muy alto en los años '70s, debido a la gran proporción de niños de entonces. El indicador va descendiendo a lo largo de los años. Acorde con la tendencia de incremento que van adquiriendo los senescentes, el índice de dependencia aumentará, aunque la otra categoría de dependientes que incluye a niños y jóvenes vaya en disminución.
· Indice de vejez: Este es una clara demostración del cambio estructural que ha sufrido la población chilena hacia la senectud. Mientras que en el año 2000 la relación es de 25 adultos mayores (65 y más años) por cada cien menores de 15 años, lo que equivale a un cuarto; la correspondencia en el 2010 será de 35 a 100, es decir aumentará al 35%. Al llegar el 2020, de mantenerse las tendencias observadas, la proporción de senescentes frente a menores de 15 años será de casi la mitad.
· Indice juvenil: Este indicador se comporta a la inversa del índice de vejez, y aquí apreciamos el efecto del descenso de la fecundidad que impactó especialmente en el tramo de 0 a 15 años. En 1970 el 64% estaba entre los 0 a 14 y mayores de 15 años. El Censo del '82 demuestra una baja al 48%, continúa la tendencia hasta proyectar el 2020 con solamente el 30% de su población juvenil.
· Indice de edad media: Se refiere al promedio de edad de la población. Mientras en 1970 la edad promedio de los chilenos era de 26 años, el 2000 es de 31 años, y al 2020 aumentará a 35.

INDICADORES SELECCIONADOS. CENSO 1970 - 1992
PROYECCIÓN 200 - 2020

Indicador Censos Proyecciones
  1970 1982 1992 2000 2010 2020
INDICE DE DEPENDENCIA(por cien personas en edad activa) (1) 79 62 56 55 50 51
INDICE DE VEJEZ(por cien menores de 15 años) (2) 13 18 22 25 35 48
INDICE JUVENIL(por cien personas de 15 años y más (3) 64 48 42 40 33 30
EDAD MEDIA (en años) 26 28 29 31 33 35
(1) Pob. (Menores 15 + 65 y más)/Pob. (15-64) * 100
(2) Pob. (65 y más)/Pob, (0-14) * 100
(3) Pob. (0-14)/Pob. (15 y más) * 100
Fuente: INE, Informe Demográfico de Chile. Censo 1992 - 1993
INE -CELADE, Chile, Estimaciones y Proyecciones

Ahora bien, es necesario señalar que el proceso de envejecimiento no es homogéneo en todo el país, sino tiene expresiones distintas según regiones. Basados en el Censo del '92, el promedio de habitantes mayores de 60 años corresponde al 9.8% de la población total, lo que significa que en ese año la población de adultos mayores chilena era de 1.305.557 individuos. Las regiones más envejecidas son en primer lugar la Quinta, que concentra al 10.37% de la población total del país, y donde el 12.44% de ellos son mayores de 60 años, es decir, 162.445 adultos mayores. En segundo lugar está la Novena Región, donde 10.7% de sus habitantes están en esta condición, en tercer lugar la Décima con el 10.1%, y a continuación la Cuarta Región, cuyo 10.0% es mayor de 60. La menos envejecida es la Undécima, con el 6.8%. Vale destacar que la Región Metropolitana está bajo el promedio nacional, con 9.7%, pero concentra a casi el 40% de la población chilena, lo que significa que en Santiago viven 508.209 adultos mayores, lo que equivale a decir que el 38.39% de los ancianos de todo Chile viven en el Area Metropolitana.

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DEL PAÍS POR TRAMOS DE EDAD, SEGÚN REGIONES
(EN PORCENTAJE).

REGIÓN POBLACIÓN TOTAL POBLACIÓN DE 60 AÑOS Y MÁS
N % N %
I 339.579 2.54 26.793 2.05
II 410.724 3.08 31.751 2.43
III 230.873 1.73 17.980 1.38
IV 504.387 3.78 50.575 3.87
V 1.384.336 10.37 162.445 12.44
IX 781.242 5.85 83.683 6.41
X 948.809 7.11 95.452 7.31
XI 80.501 0.60 5.454 0.42
XII 143.198 1.07 13.424 1.03
R.M. 5.257.937 39.40 508.209 38.93
TOTAL PAÍS 13.348.401 100 1.305.557 100
Fuente: I.N.E. Resultados Generados Censo de Población y Vivienda 1992

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DEL PAIS POR TRAMOS DE EDAD, SEGÚN REGIONES (en porcentajes)

REGIONES

POBLACION
REGIONAL

TRAMOS DE EDAD
0 - 14 Años 15 - 59 Años 60 y + Años
TOTAL PAIS 100.0 29.4 60.8 9.8
I 100.0 30.1 62.0 7.9
II 100.0 30.7 61.6 7.7
III 100.0 31.5 60.7 7.8
IV 100.0 30.9 59.1 10.0
V 100.0 28.2 60.1 11.7
VI 100.0 29.8 60.6 9.6
VII 100.0 30.2 59.9 9.9
VIII 100.0 30.3 60.5 9.2
IX 100.0 31.2 58 .1 10.7
X 100.0 30.2 59.7 10.1
XI 100.0 32.7 60.5 6.8
XII 100.0 27.6 63.0 9.4
RM 100.0 28.5 61.8 9.7
Fuente: I.N.E. Resultados Generales Censo de Población y Vivienda 1992

En cuanto a área de residencia, los adultos mayores se distribuyen en forma bastante semejante a la población de otros grupos. El 81.8% vive en sectores urbanos, y el 18.2% reside en áreas rurales. En lo relativo a su distribución por sexo, mientras en la población total el 50.9% de los individuos son mujeres, en la población mayor ellas aumentan al 56.3%, asociado a la expectativa superior de vida femenina.

En relación a responsabilidades frente a sus respectivos grupos familiares, el 22% de todos los jefes de hogar del país tiene más de sesenta años, Por el mismo razonamiento anterior, las mujeres casi doblan a los hombres en esta condición. En Chile, 283.265 adultas mayores son jefes de hogar.

Conforme a los resultados arrojados por CASEN 1992, el 43% de la población adulta mayor ocupada no está afiliada a ningún sistema previsional, lo que representa un universo de más o menos 120.000 personas, situación más grave en zonas rurales que urbanas. En áreas rurales, la mitad de nuestra población objetivo que desarrolla alguna actividad económica, no estaba afiliada a ningún sistema de previsión social. En cuanto a recepción de beneficios en dinero por retiro y/o pensión asistencial, un estudio realizado por MIDEPLAN en conjunto con la Universidad Católica citado en el documento de Política Nacional, señala que el 73.3% de los adultos mayores recibía alguno (el 4% recibía ambos), mientras que el 20% de los entrevistados expresaba no recibir nada. De ellos, solamente un 40% era ayudado por familiares. Los afiliados a ISAPRES son solamente el 8.8% de los adultos mayores. La parte estatal para los más desposeídos está a cargo del Fondo Nacional de Salud, FONASA, que de acuerdo a los resultados de CASEN 1996 , otorga cobertura al 76.9% de los mayores de 60 años.